miércoles, 2 de octubre de 2019

SKINWALKER - ORIGEN Y TESTIMONIO

El nombre proviene de la tribu Navajo, “yeenaaldlooshii” significa “aquellos que trotan con una piel de lobo”.

La descripción física de la criatura es la siguiente:

Mide aproximadamente, entre 3 y 5 pies, algunos aseguran que puede medir hasta 5 pies con 7 pulgadas, su pelo es color negro, ojos rojos, el rostro sin facciones características y brazos extremadamente largos.

Su comportamiento según testigos es que llora como un bebe para atraer a su presa, algunos mencionan que se transporta en 4 patas, aunque otros aseguran que es bípedo y alcanza velocidades sobrehumanas, y puede verse con pieles, coyote, gato, perro, oso, para tomar su apariencia corporal.

La mayoría de los avistamiento han ocurrido en Arizona, Nuevo México.

Ha habido varios testimonios a lo largo de los años 1965 a 1970.

Uno de los más conocidos ocurrió en Enero de 1970, en Whitewater, Nuevo México, 4 jóvenes iban en un vehículo, cuando vieron a un hombre con abundante pelo, de tamaño estimado de 5 pies de alto, acercarse al vehículo corriendo rápidamente, el conductor describe que acelero desde 45 millas por hora, hasta alcanzar 75 millas por hora y aun así no podían perder a la criatura.

La persecución continua hasta que uno de los pasajeros del vehículo le disparó… lo que provoco que la criatura que los acosaba perdiera velocidad y se alejara de la carretera, perdiéndose entre los árboles.

Este críptido bien podría ser explicado como un lobo, coyote o depredador de la región, que no se alcanza a apreciar sus facciones antes de que ataque y huya, pero las características sobrenaturales que se le dan al momento de describirlo, hace difícil darle una explicación lógica tan simple…

Fuentes:

William Morgan, “Human-Wolves among the Navaho,” Yale University Publications in Anthropology, no. 11, 1936; Patrick Walsh,

“The Skinwalker,” Affword 4, no. 1 (Spring 1974): 20–22; Loren Coleman, “The Abominable Werewolves of the Southwest,” Strange Magazine, no. 7 (April 1991): 40–41;

Joanne Teller, The Navajo Skinwalker, Witchcraft, and Related Spiritual Phenomena (Chinle, Ariz.: Infinity Horn, 1997).

El Windigo o Wendigo - ORIGEN Y EXPLICACION

El nombre wendigo significa Caníbal Gigante del Invierno según el dialecto de los Ojibwa del norte de Estados Unidos, su primera mención para la gente fuera de la tribu fue en 1722, Según John Robert Colombo.

Otros nombre que se le dan al Windigo son: Weetekow, Weetigo, Wendego, Wendigo, Wetiko, Windegoag, Witiko, Witigo.

La descripción física de los que lo han visto, o han sobrevivido al ataque de un Windigo dicen que mide entre 6-9 pies, cubierto de pelo, cara demacrada, similar a la de un humano, pero color negro, posiblemente por la exposición al frio, ojos rojos garras y colmillos extremadamente largos.

Según los relatos; es as probable verlo en invierno, nadando ágilmente en ríos, que por su apariencia, la temporada y temperatura, es poco probable confundirlo con una persona normal. Corre a una velocidad impresionante y los que lo han escuchado quejarse cuentan que tiene una voz estridente e irritante. Para protegerse del frio, se cubre con sabia de árbol y arena. La mayoría de los avistamientos de la criatura se han dado al norte de estados unidos, al este y centro de Canadá, regiones frías que concuerdan con el comportamiento y la apariencia descrita del Wendigo.

El temor que produce el wendigo es producido por la leyenda de que caza humanos, y tiene particular predicción por los niños, luego de un ataque, se aprecian las huellas del Windigo y rastros de sangre de la víctima.

Actualmente existe un término psicológico que refiere a la compulsión de comer carne humana, la “Psicosis Windigo” y que se ha visto que la presentaban algunos miembros de la tribu que origino el nombre durante épocas de hambruna y escases, además su descripción concordaría a la apariencia de un humano que ha sufrido exposición al frio, si bien un poco más alto del promedio pero en fin un hombre vestido con pieles de animales…entonces ¿podría ser que los horrores cometidos por el wendigo, realmente hayan sido cometidos por un ojibwa sufriendo inanición? ...

Fuentes:

Johann Georg Kohl, Kitchi-Gami: Wanderings Round Lake Superior (London: Chapman and Hall, 1860), pp. 358–366;

Charles M. Skinner, American Myths and Legends (Philadelphia: Lippincott, 1900), vol. 1, pp. 37–38; Frank G. Speck, “Myths and Folklore of the Timiskaming Algonquin and Timagami Ojibwa,” Anthropological Series, Memoirs of the Geological Survey of Canada 71, no. 9 (1915);

Joseph E. Guinard, “Witiko among the Tête-de-Boule,” Primitive Man 3 (1930): 69–71; John M. Cooper, “The Cree Witiko Psychosis,” Primitive Man 6 (1933): 20–24;

Prentice G. Downes, Sleeping Island (New York: Coward-McCann, 1943), pp. 53–55;

Richard S. Lambert, Exploring the Supernatural: The Weird in Canadian Folklore (Toronto, Canada: McClelland and Stewart, 1955), pp. 167–175;

Morton I. Teicher, Windigo Psychosis: A Study of a Relationship between Belief and Behavior among the Indians of Northeastern Canada (Seattle, Wash.: American Ethnological Society, 1960);

Thomas H. Hay, “The Windigo Psychosis: Psychodynamic, Cultural and Social Factors in Aberrant Behavior,” American Anthropologist 75 (1971): 708–730; Marie Merasty, The World of Wetiko: Tales from the Woodland Cree (Saskatoon, Sask., Canada: Saskatchewan Indian Cultural College, 1974);

Ralph Christian Albertsen, “Windigo: The Cannibal Demon,” Fate 29 (March 1976): 38–45; Kamil Pecher, “What Is Our Northern Wetiko?” Pursuit, no. 48 (Fall 1979): 156–159;

Richard J. Preston, “The Witiko: Algonkian Knowledge and Whiteman Knowledge,” in Marjorie M. Halpin and Michael M. Ames, eds., Manlike Monsters on Trial (Vancouver, Canada: University of British Columbia Press, 1980), pp. 111–131;

John Robert Colombo, ed., Windigo: An Anthology of Fact and Fantastic Fiction (Saskatoon, Sask., Canada: Western Producer Prairie Books, 1982);

Lou Marano, “Windigo Psychosis: The Anatomy of an Emic-Etic Confusion,” Current Anthropology 23 (1982): 385–397; Robert A. Brightman, Rock Cree Human-Animal Relationships (Berkeley: University of California Press, 1993).

El Demonio de Dover (Dover Demon) - Origen y Teorias

Este críptido es una extraña figura humanoide que tiene su origen en Massachusetts.





El nombre fue creado por Loren Coleman y fue popularizado por los periódicos locales.

La descripción de la criatura es la siguiente; Altura de aproximadamente 3 pies 6 pulgadas (o un metro con 7 centímetros), sin pelo en su cuerpo, su piel es de color naranja, casi rojo, piel áspera como lija. Algunos describen sus ojos color verde otras fuentes lo describen con ojos rojos, muy brillantes y grandes. No tiene nariz, oídos, o boca.

Su cuello es delgado, sus extremidades largas y delgadas, manos grandes y dedos alargados. Según los testimonios, es bípedo y camina encorvado solo usando sus manos para estabilizarse en terrenos con rocas y otros obstáculos.

El avistamiento más claro de esta criatura sucedió el día 21 de Abril de 1977.

Bill Bartlett estaba conduciendo a través de Dover, Massachusetts, con 2 amigos, cuando vio una extraña figura con ojos grandes y brillantes, y una cabeza proporcionalmente grande para el resto de su cabeza, caminando sobre unas piedras a un lado de la carretera.

Bartlett y compañía solo pudieron verlo por unos segundos, pero aterrorizaría a Bartlett lo suficiente para contarles a familiares, y reporteros lo que vio.

Pero aquí no termina el terror que causo el demonio de Dover, ya que durante las siguientes 24 horas del avistamiento de Bartlett, otras 3 personas avistaron al críptido, John Baxter lo vio correr y bajar por un barranco, Will Taintor y Abby Brabham también vieron a un ente con apariencia similar a la de un simio, pero esta vez, caminando utilizando sus 4 extremidades. Estas últimas 2 personas reportaron haberlo visto el 22 de abril de 1977.

Las posibles explicaciones para los avistamientos del Dover Demon podrían ser:

1) Una invención de los adolescentes que reportaron los avistamientos, aunque los investigadores que tomaron el caso Loren Coleman y Walter Webb no creyeron que estuvieran mintiendo al interrogarlos…

2) Un simio de laboratorio que escapo, aunque no pudimos encontrar información sobre un laboratorio de experimentos en animales en Massachusetts.

3) Un zorro rojo que podría haber perdido su pelo por una infección de sarna.

4) Un alce pequeño, teoría propuesta por Martin Kottmeyer, ya que hay una población de aproximadamente 200 a 300 alces en las cercanías del rio Connecticut y algunos se alejan de la manada y llegan las poblaciones aledañas, aunque esta teoría se queda corta en algunos aspectos ya que las características de un alce son difíciles de confundir con las características descritas para el Dover demon y en ninguno de los testimonios se describe que tuviera cuernos. Además, la población de alces en 1977 era mucho menor a la actual, por lo que las probabilidades de que sucediera la situación descrita por Kottmeyer se hace más difícil.















5) Una de la teoría más popular es que se trataba de una entidad paranormal, un demonio como tal, o también un alienígena extraviado, similar al caso Roswell.

Ha habido muchos más avistamientos posterior a este, pero por brevedad decidimos concentrarnos en los testimonios más conocidos, ¿y tú? ¿Qué crees que haya sido? ¿Algún animal no identificado por la falta de luz? ¿O un verdadero ente sobrenatural?





Fuentes:

Jerome Clark, “The Dover Humanoid,” Fate 31 (March 1978): 50–55;

Joseph A. Citro, Passing Strange (New York: Houghton Mifflin, 1997), pp. 136–147;

Martin Kottmeyer, “Demon Moose,” The Anomalist 6 (1998): 104–110;

Loren Coleman, Mysterious America, rev. ed. (New York: Paraview Press, 2001), pp. 42–61.