Hoy vamos a hablar un poco en este post sobre algunas joyas y tesoros que se consideran malditos parte 1 (porqué son muchos y en plenus nos gusta sobreexplotar los recursos), ya que sus dueños han tenido trágicas o misteriosas muertes luego de que estos llegaron a su poder...
1. Ópalo maldito: Esta joya perteneció a la monarquía Española y esta relacionada con la desgracia y muerte de algunos miembros de la realeza de España. Se dice que el Rey Alfonso XII se había enamorado de la aristócrata italiana Virginia Doini ,Condesa de Castiglione y el fue correspondido, más sin embargo, quién sabe porque, termino casándose con la prima de Virginia, María Mercedes de Orleans.
La despechada ex novia decidió mandarles el ópalo el día de su boda a la novia, de la cual María Mercedes se enamoró y termino por quedársela, 5 meses después de la boda, ella falleció por una extra enfermedad. Tras el funeral, Alfonso le regaló el anillo a su abuela, la reina María Cristina de Borbón-Nápoles, que murió poco después, el 22 de agosto. A continuación el anillo pasó a la hermana de Alfonso, la infanta María del Pilar, que falleció el 5 de agosto del año siguiente, aparentemente víctima de la misteriosa enfermedad que se había cobrado la vida de las otras dos mujeres. Lo mismo le ocurrió a la cuñada del rey, María Cristina, que se encaprichó del ópalo maldito y que, al parecer, no era nada supersticiosa. Sintiéndose culpable y, tal vez, buscando en su sacrificio la manera de redimirse, el rey decidió lucir él mismo el anillo. Murió a la temprana edad de 28 años, después de lo cual su viuda, la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, hizo bendecirlo, engarzarlo en una cadena de oro y que se adornara con él el cuello de la imagen de la patrona de Madrid, la Virgen de la Almudena, lo que puso fin a la secuencia de muertes, en el seno de la monarquía española.
2. El diamante Hoper: Este se conocía también como "el diamante azul"y fue encontrado en el río Kistnsi, en la India. Se dice que la primera de las maldiciones cayó sobre un sacerdote Hindú que le robo la joya a la Diosa Sita, teniendo una muerte llena de tortura.
Luego de esto en el siglo XVII, el diamante fue llevado a Europa por un mercader contrabandista Francés de nombre Jean-Baptiste Tavernier quién vendió la joya a Luis XIV por una gran suma de francos. Al poco tiempo, por culpa de las cuantiosas deudas de juego que contrajo su propio hijo, Jean-Baptiste, tuvo que malvenderlo todo y, totalmente arruinado viajó a la India con el propósito de rehacer su fortuna. Murió al ser atacado por una jauría de perros salvajes.
Años después, un joyero francés, Jacques Celot, vivió tan obsesionado con la belleza de la joya, que perdió la razón y acabó suicidándose. A continuación la joya fue adquirida por el príncipe ruso Iván Kanitoisski. Éste, después de regalársela a una de sus amantes parisinas, la mató de un disparo y, él mismo fue asesinado poco tiempo después. Hay quién dice que la misma Catalina la Grande de Rusia llevaba puesta la joya en el momento de morir de apoplejía.
La maldición del Diamante Hope cesó en 1958 cuando el experto en diamantes Henry Winston lo depositó en el Smithsonian Institut de Washington.
3. Diamante Orlov: Dice la leyenda que un soldado francés, ¡que murió trágicamente!, se disfrazó de hindú y lo robó de un templo indio en el que se utilizaba como el ojo de una estatua de Brahma, dios supremo del panteón hindú.
Otra historia alternativa cuenta que la piedra pertenecía al rey de Persia Nader Sha y después de su asesinato fue robada y vendida a un armenio que se llamaba Zafras. Sea cual sea su verdadera historia, en 1774 la compró el conde Grigori Grogorievich Orlov que había sido amante de la emperatriz Catalina la Grande, y esperando reconquistarla, la llevó a Rusia para regalársela. Catalina II montó la piedra en el cetro imperial de los Romanov y le regaló a Orlov un palacio de mármol como agradecimiento… ¡pero no logró su amor! En 1783 el conde murió loco.
Desde entonces, la gema permaneció en el centro de los zares hasta que tuvo lugar la caída del imperio ruso, (y la culpa se la echaron a la piedrita) Orlov pesaba alrededor de 300 quilates cuando fue hallado. En la actualidad, forma parte del Tesoro de Diamantes de Moscú, en Rusia.
4. El anillo Vyne: Todos (si, hasta yo), conocemos las películas del señor de los anillos y el Hobbit, pero quizá muchos de nosotros, no sabíamos que el anillo en el cual se basa la reconocida historia es un anillo que existió en la realidad. y formo parte del imperio romano, causando desgracia en quién lo utilizaba.
El anillo en cuestión es una joya de oro más grande de lo habitual, lo más llamativo y el verdadero nexo de unión con la historia de Tolkien está en la leyenda que está escrita en la joya. “Senicianus vive bien en Dios”, reza la inscripción, que no necesitaba ser calentada para mostrarse como en el caso del anillo único
Tolkien entró en contacto con la pieza en 1929, cuando aún era profesor en Oxford y después de que el arqueólogo Mortimer Wheeler le pidiese ayuda para descifrar el significado de la leyenda y establecer su posible nexo de unión con una tabla encontrada en otra excavación con una inscripción que decía: “Al dios Nodens, quien lleve el nombre de Seniciaus niega toda salud hasta que devuelva el anillo al templo”.
El anillo ha estado en posesión de la familia Chute durante varios siglos y se cree que le fue vendido por el granjero que lo encontró en sus terrenos en el año 1785. Al principio nadie pareció darle importancia a la inscripción, pero cuando se descubrió la posible conexión con la lápida encontrada en otra excavación, la cosa cambió.
La teoría más extendida es que el anillo era propiedad de un romano y cuando el tal Senicianus se lo robó, el dueño le pidió al dios Nodens que le maldijese hasta que lo devolviese a su legítimo propietario.
Quizá algunas ya las conocían, o quizá no, pero lo importante es que les voy a traer una segunda parte y sobre todo que pierdan el tiempo un rato y sean felices :D
La maldición del Diamante Hope cesó en 1958 cuando el experto en diamantes Henry Winston lo depositó en el Smithsonian Institut de Washington.
3. Diamante Orlov: Dice la leyenda que un soldado francés, ¡que murió trágicamente!, se disfrazó de hindú y lo robó de un templo indio en el que se utilizaba como el ojo de una estatua de Brahma, dios supremo del panteón hindú.
Otra historia alternativa cuenta que la piedra pertenecía al rey de Persia Nader Sha y después de su asesinato fue robada y vendida a un armenio que se llamaba Zafras. Sea cual sea su verdadera historia, en 1774 la compró el conde Grigori Grogorievich Orlov que había sido amante de la emperatriz Catalina la Grande, y esperando reconquistarla, la llevó a Rusia para regalársela. Catalina II montó la piedra en el cetro imperial de los Romanov y le regaló a Orlov un palacio de mármol como agradecimiento… ¡pero no logró su amor! En 1783 el conde murió loco.
Desde entonces, la gema permaneció en el centro de los zares hasta que tuvo lugar la caída del imperio ruso, (y la culpa se la echaron a la piedrita) Orlov pesaba alrededor de 300 quilates cuando fue hallado. En la actualidad, forma parte del Tesoro de Diamantes de Moscú, en Rusia.
4. El anillo Vyne: Todos (si, hasta yo), conocemos las películas del señor de los anillos y el Hobbit, pero quizá muchos de nosotros, no sabíamos que el anillo en el cual se basa la reconocida historia es un anillo que existió en la realidad. y formo parte del imperio romano, causando desgracia en quién lo utilizaba.
El anillo en cuestión es una joya de oro más grande de lo habitual, lo más llamativo y el verdadero nexo de unión con la historia de Tolkien está en la leyenda que está escrita en la joya. “Senicianus vive bien en Dios”, reza la inscripción, que no necesitaba ser calentada para mostrarse como en el caso del anillo único
Tolkien entró en contacto con la pieza en 1929, cuando aún era profesor en Oxford y después de que el arqueólogo Mortimer Wheeler le pidiese ayuda para descifrar el significado de la leyenda y establecer su posible nexo de unión con una tabla encontrada en otra excavación con una inscripción que decía: “Al dios Nodens, quien lleve el nombre de Seniciaus niega toda salud hasta que devuelva el anillo al templo”.
El anillo ha estado en posesión de la familia Chute durante varios siglos y se cree que le fue vendido por el granjero que lo encontró en sus terrenos en el año 1785. Al principio nadie pareció darle importancia a la inscripción, pero cuando se descubrió la posible conexión con la lápida encontrada en otra excavación, la cosa cambió.
La teoría más extendida es que el anillo era propiedad de un romano y cuando el tal Senicianus se lo robó, el dueño le pidió al dios Nodens que le maldijese hasta que lo devolviese a su legítimo propietario.
Quizá algunas ya las conocían, o quizá no, pero lo importante es que les voy a traer una segunda parte y sobre todo que pierdan el tiempo un rato y sean felices :D