En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a
cualquier institución de salud mental o centro de rehabilitación al que tengas
acceso. Estando en la recepción, pide reunirte con aquel que se hace llamar «El
Portador del olvido». Si el empleado te mira y traga saliva ruidosamente,
síguelo a un cuarto en las profundidades del edificio, lo más adentro posible.
Abrirá una puerta y te dará una mirada de terror. Si eres rudo, entra al
cuarto. Si eres cobarde, corre.
Dentro del cuarto hay una silla. Siéntate en
ella. Si en algún momento empiezas a sentir miedo, párate y vete. Aún eres
libre de escapar. Si eliges quedarte, debes sentarte y esperar hasta que las
luces del cuarto parpadeen. No te pares. No te levantes. Si no estás sentado
cuando las luces parpadeen, caerás al vacío entre mundos; un bocadillo para sus
grotescos habitantes.
Cuando el momento llegue, debes cerrar tus
ojos inmediatamente hasta que oigas a un
hombre que diciéndote que puedes
abrirlos. Estarás en una mazmorra oscura, atado a la silla por una telaraña de
cadenas de ébano. Alrededor tuyo habrá cabezas empaladas en estacas
ensangrentadas, y parado frente a ti estará un hombre con un traje de verdugo.
Míralo a los ojos; no muevas tu mirada y no muestres ni la más mínima pizca de
miedo, pues si lo haces, el añadirá tu cabeza a su colección.
La única cosa que puedes decir sin ser
decapitado es la pregunta: «¿Qué traerán?». El verdugo reirá con una risa
inhumana, y entonces las cabezas empaladas comenzarán a hablar. Hablarán de
horrores, de ejecuciones, de sus fines individuales, pero no debes mover tu
mirada del verdugo o tú también hablarás de tu muerte. Eventualmente, él
hablará de sí mismo y su propio final, de lo que le hicieron. Cuando termine,
se quitará su capucha, revelando una cara esquelética. Con un cacareo, hará un
ademán de despedida, y el lugar se zambullirá en la oscuridad.
Cuando la luz regrese, estarás sentado
pacíficamente en la antecámara de la institución. En tu regazo estará la
capucha del verdugo.
Esa capucha es el Objeto 34 de 538. ¿Has
visto lo que traen? ¿Los detendrás?
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